¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
Creer no es producto de un sentimiento, sino de una decisión basada en la convicción que produce la veracidad de la palabra de Dios en nuestras vidas. Creerle a Dios te lleva a sentirte seguro y a ver su gloria. ¿A quién le estás creyendo en este día; a tu realidad, a lo que dice la gente, a tus sentimientos o al Dios Todopoderoso que siempre cumple lo que Promete? La pregunta ahora es: ¿Estamos creyendo lo suficiente como para ver la gloria de Dios manifestada en nuestra vida, nuestra familia,